El Conjunto Monumental de Sa Roca, catalogado como monumento histórico artístico y de interés nacional, se encuentra en la cumbre del cerro de la Roca. Organizamos visitas guiadas o autoguiadas para dar a conocer su rico patrimonio e historia. Está formado por el castillo de Sant Martí Sarroca (S.X) y la iglesia románica de Santa María (S. XI).

La iglesia románica de Santa María es la pieza arquitectónica más genuina del conjunto medieval de Sa Roca y está catalogada como monumento histórico artístico por la Generalitat de Cataluña desde 1931.

Este templo fue erigido a finales del S. XII y consagrado el 1204. Está construido sobre un edificio religioso anterior, del siglo X. Su ábside se considera el mejor en su estilo de todas las tierras catalanas.

En el interior, se puede contemplar el retablo gótico de la Ascensión del Señor, datado el 1421, del taller de Lluís Borrassà y atribuido a Jaume Cabrera.

Tiene añadidos de estilos posteriores, como el campanario octogonal, del siglo XVI, construido encima del cimbori, una capilla barroca, una puerta de estilo renacentista a la fachada oeste y una capilla neoclásica, edificada sobre el brazo norte del crucero de los siglos XVII y XVIII, con un altar y retablo barrocos de Ramón Moret (1718). Gracias a su interés, fue restaurada el 1906 por el insigne arquitecto y político Josep Puig i Cadafalch.

El Castell dels Santmartí fue construido al S. X por Guillem, hijo del fundador del estirpe de los Santmartí y veguer del Penedès, Galí Santmartí. En el siglo XII fue cuando se hicieron altas murallas y se construyeron aposentos nobles. Mir Geribert, miembro de la familia condal de Barcelona y autoproclamado Príncipe de Olèrdola, lo reforzó como fortificación militar.

En tiempos de Pere el Cerimoniós (1360), el Castell fue propiedad de la Casa de Barcelona y después pasó a ser posesión de la familia de los Cervelló. Estos vendieron el Castell a la Pia Limosna para pagar deudas, entidad que lo regentó hasta 1837.

El Castell volvió a tener uso militar durante la Guerra de Sucesión y fue uno de los últimos núcleos de resistencia a las tropas de Felipe V, ante las cuales capituló el 18 de septiembre, una semana después de que Barcelona y sus defensores fueron perseguidos hasta Sant Quintí de Mediona y muertos cuando fueron encontrados allí, junto con la gente de aquel pueblo.

Con la desamortización se aceleró la degradación del conjunto arquitectónico, que en muchos casos fue utilizado como proveedor de materiales para la construcción de nuevas casas del pueblo. No obstante, el Castell todavía volvió a ser reforzado durante la primera guerra carlista, pero su decadencia ya no se paró hasta mediados del siglo pasado, cuando una iniciativa popular promovió la rehabilitación del conjunto.

De la estructura del castillo de Sant Martí se ha reedificado la parte formada por los aposentos más nobles, que forman un patio interior de forma trapezoidal. La Sala Gótica evoca el antiguo comedor del castillo, originariamente de estilo románico. La Sala de Poniente está restaurada de estilo renacimiento. En el Ala Sur, la primera planta alojaba las antiguas habitaciones o dormitorios (las ventanas conservan los asientos festejadores). La planta baja era la antigua bodega de vino del castillo, de estilo románico.

A la planta baja, encontramos las Cuadras, sala que mantiene su estructura original del siglo XI y las antiguas Cocinas del castillo, que ocupan tres salas de la planta baja del edificio. Estos dos espacios se han convertido en museo y actualmente contienen hallazgos arqueológicos encontrados en el municipio y un espacio con elementos de la vida cotidiana de siglos atrás.