LA CARRETERA DEL VI, LA «WINE ROAD» DEL MEDITERRÁNEO
Inspirada en las Wine Roads internacionales, es la primera propuesta enoturística de todo el estado en ofrecer un recorrido lineal desde las viñas hasta el mar, con un alto valor histórico, cultural y ecológico
Trece bodegas del Penedès y siete municipios de las comarcas barcelonesas del Penedès y el Garraf, unen sus activos turísticos bajo el nombre de La Carretera del Vi, en una wine road que recupera el antiguo trazado comercial que unía el interior del Penedès con la costa mediterránea y que utilizaban ya los romanos para hacer llegar los vinos elaborados en este territorio a todo el mundo.
La primera wine road de todo el estado
La Carretera del Vi es la primera Wine Road de todo el estado, entendida como una ruta lineal, que resigue un trazado existente y claramente definido por bodegas y otros puntos de interés turístico. Es un recorrido de unos 35 kilómetros, que van desde Sant Martí Sarroca hasta Sitges (o viceversa), pasando por las poblaciones de Pacs del Penedès, Vilafranca del Penedès, Olèrdola, Canyelles y Sant Pere de Ribes, y que presenta diferentes ramificaciones entre las bodegas y otros lugares de especial interés turístico.
Las bodegas que la integran, y que constituyen la Asociación La Carretera del Vi, son Mas Bertran Viticultors, Rovellats, Parés Baltà, Colet, La Xarmada, Cellers Torres, Heretat Mas Tinell, Pinord, Torreblanca, Finca Viladellops, Torre del Veguer, Puig Batet y el Hospital de Sitges. La iniciativa, nacida el 2015 con al voluntad de posicionarse como ruta vinícola de referencia del Penedès y el Garraf, impulsa actividades y acciones de manera conjunta y articulada a través de una asociación sin ánimo de lucro. El objetivo es contribuir al crecimiento del turismo y al mismo tiempo proteger el territorio para preservar su belleza de paisajes y su valor histórico.
Con las más famosas y conocidas Wine Roads del panorama mundial, La Carretera del Vi consta de una oferta conjunta a nivel enoturístico de la mano de estas trece bodegas de medidas y estilos diferentes, pero también integra numerosos recursos turísticos de especial interés histórico y arquitectónico, ya sean vestigios ibéricos, castillos o casas modernistas. Todo esto se completa con una variada oferta gastronómica de calidad y alojamientos de referencia, ya sea en Sitges, la población más glamurosa de la costa de Barcelona, como los hoteles rurales de las tranquilas poblaciones del interior.
La Carretera del Vi está ubicada sobre el trazado de las carreteras BP2121 y la C15B, que unen Sant Martí Sarroca con Vilafranca del Penedès, y esta con el municipio de Sitges. A lo largo del recorrido se ha promovido la decoración de rotondas con imágenes y logotipos de La Carretera del Vi, buscando una homogeneidad y recordatorio/señalización para el visitante, y a su vez se decoran las rotondas con motivos vínicos. Mediante la promoción de un pasaporte, se ha fomentado la repetición de visitas y la gamificación con el territorio a partir de conseguir regalos y tratamiento premium. La movilidad es una de las prioridades más grandes de la ruta, tanto por parte de facilitar el trazado a los visitantes, como por el fomento de una movilidad responsable y ecológica a través de un servicio de carsharing eléctrico.
Historia, cultura, ecología y diversidad de bodegas, ejes principales de La Carretera del Vi
La Carretera del Vi transcurre a lo largo de un trazado rico en vestigios históricos de la cultura y el comercio vínico de la península ibérica. Desde los restos prehistóricos del conjunto monumental de Olèrdola al legado de los indianos de Sant Pere de Ribes, pasando por castillos medievales como el de Sant Martí Sarroca o los palacios, ahora convertidos en museos como el Vinseum en Vilafranca o el Maricel en Sitges.
La diversidad y calidad de las bodegas integrantes de la ruta también son claves en el atractivo de La Carretera del Vi. Bodegas modernas como Mas Bertran, conviven con bodegas clásicas como Rovellats. Pequeñas bodegas, especializadas en visitar la viña, combinan perfectamente con grandes bodegas urbanas como Bodegas Pinord. Bodegas de reconocido prestigio internacional como Torres junto con interesantes pero más desconocidas bodegas como La Xarmada. Bodegas con arquitectura señorial indiana como Torre del Veguer, o arquitectura ultramoderna como Mastinell. Bodegas especialistas en vinos como Finca Viladellops o pioneros de los espumosos Clàssic Penedès como Colet. Bodegas ecológicas y biodinámicas como Parés Baltà o cavas tradicionales como Torreblanca. La última bodega a incorporarse ha sido el Hospital Sant Joan Baptista de Sitges, una bodega urbana que tiene como objetivo preservar la variedad malvasia de Sitges a través del CIM el Centro de Interpretación de la Malvasia de Sitges.
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